Nuestro algodón orgánico se cultiva sin pesticidas dañinos ni fertilizantes sintéticos, utilizando métodos de cultivo que apoyan la salud del suelo y la biodiversidad.
También requiere significativamente menos agua que el algodón convencional, lo que lo convierte en una opción más sostenible desde la semilla hasta el producto terminado.

Damos una segunda vida a los residuos plásticos transformándolos en tejidos de alta calidad.
Estos incluyen poliéster reciclado (rPET) y otras fibras sintéticas fabricadas a partir de botellas de plástico posconsumo.
Al utilizar materiales reciclados, ayudamos a reducir la contaminación de los océanos y los vertederos y, al mismo tiempo, reducimos nuestra dependencia de los plásticos vírgenes.

Cuidar el medio ambiente va más allá de los materiales que utilizamos. Por eso también actuamos sobre el terreno.
Hemos organizado limpiezas de playas para ayudar a eliminar desechos de las zonas costeras y, en algunas ocasiones, hemos colaborado orgullosamente con Fundación Ecomar, compartiendo su misión de mantener nuestros océanos limpios y crear conciencia sobre la conservación marina.